La historia de Pete Rose se puede comparar con la adaptación de la novela Los Miserables al mundo del beisbol. Cuando Victor Hugo escribió esa novela en el Siglo XIX a lo mejor ya se jugaba beisbol de forma incipiente por allá en Cooperstown según cuenta una leyenda.
Pero lo que si no es un juego, es el debate que aborda la novela entre el bien y el mal, lo justo, lo ético, lo legal, la defensa de los oprimidos.
Eugène-François Vidocq fue quien inspiró a Victor Hugo a escribir Los Miserables, debido a que fue el primer director de la Seguridad Nacional, a pesar de haber tenido un pasado delictivo aunque finalmente redimido.
Pete Rose como Vidocq ha cumplido con su condena, más de 30 años alejado de los campos de juego, luego que de alguna manera convirtió la pelota con su accionar, en uno de los entretenimientos deportivos más importantes.
Rose fue uno de los mejores jugadores en la historia de las Grandes Ligas. Fue parte fundamental de la Maquinaria Roja de Cincinnati en un gran momento para el beisbol, su carisma sin igual y su capacidad hiteadora no será fácil conseguir nuevamente en un campo de pelota.
Rose necesita que sus perseguidores entiendan que si hizo mal, que no fue ético, que violó las normas, pero ya es justo dejarlo atrás, ya cumplió con una gran pena, y seria bueno acercarlo al juego a través del reconocimiento del error, el perdón de la MLB y la reconciliación de todos con el mas grande.
